y que dos más dos sea uno,
y uno sea perderse entre tu pelo
y tenerte tan cerca,
que mis labios corran por los tuyos
buscando esos amaneceres, que cierran tus ojos
cuando mi mundo pasea pintando de azul
esos versos que dan valor a la vida,
a la tuya, a la mía,
a esos amaneceres perdido en tu melena,
a esos despertares,
cuando la luna descarada
se pasea en tus ojos descalzos de pena,
en esa sonrisa eterna que perenne y tan caduca,
ilumina mis despertares
y enciende las mañanas
con el calor de amanecer entre tus brazos,
abotonado a tu pecho.