Quemando los recuerdos de tu piel,
de esas noches convertido en aire
para rozar cada parte de tu cuerpo,
que desnudo de sentimientos
balbuceé las palabras malditas,
que son mi condena y maldición.
Quemando esas alforjas,
que hinchadas de silencios,
encallan en los arrecifes de tus ojos,
trajeando los desasosiegos
con esos cielos tintados de amarillo,
que te buscan entre la maleza.
Quemando los rastrojos
que anegan el campo baldío,
por el que pasea la jauría
persiguiendo esas nubes eternas,
amedrentando el amanecer
con el calor de tu piel desnuda.
Quemando esas lunas,
que renacerán de sus cenizas,
y vendrán taconeando y muy flamencas,
con flores en el pelo y fuego en sus ojos,
derramando mares de tinta
en el lienzo de tu vida… la mía.
Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados
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