domingo, 22 de diciembre de 2013

Los recuerdos de ese pasado

Los recuerdos de ese pasado,
de esos días en tus sueños,
de esas noches en tus brazos.
El recuerdo de sentirte lejos,
de tenerte lejos,
del mirar y no encontrarte,
del deseo de besarte,
de morder el tiempo
arrancándole esos segundos
para disfrutarlos a tu vera, contigo…

El recuerdo del tronar del corazón,
cuando la distancia se hace corta,
en la caricia de la brisa de tu aliento.
Cuando los silencios del sentir de tu alma
acuñan en mi corazón
la perenne sonrisa de tu amor
del sentir desbocado de tu ánima.
Cuando el mirar de la pasión
de esos ojos de gata
ahogan mis sentidos
devolviendo la sonrisa de este tu corazón.

Ahora, cuando miro al pasado

pienso el presente, pienso en la vida, en ti…
en todas esas cosas que carecen de sentido

sin el calor de tus labios,
sin el olor de tu piel,
sin esas sonrisas que me hacen feliz.
Ya hay pocas cosas en mi vida
que tengan sentido sin ti.





Y caminé

Y caminé… trotando despacio
por las veredas que separan
los mares de tus ojos.
Y seguí caminando
descalzo del calor de tus caricias,
pisando las zarzas de la soledad
que agarradas a mi alma
me recuerdan lo distante que estas.
Corazones tiznados de negro,
atenazados por los nubarrones
que apagan las sonrisas de mí alma,
volviendo opacas las miradas.
Días de esperanzas,
del galopar desbocado hacia tu encuentro,
destrozando a mí paso todo impedimento.
Noches en tus brazos,
olvidando tu ausencia,
con el trino atronador
de los corazones sosegados,
que extorsionan sin pudor,
las sonrisas ya olvidadas,
en el embarrado vestidor,
donde descansan las palabras,
que a trompicones se mecen,
tan solo para vestir tu alma.





Día gris de sueños rotos

Día gris de sueños rotos,
esperanzas dormidas en la cima del deseo,
corriendo tan rápido como mis piernas me dejan.
Días de lunas rotas, cielos desgarrados
por este triste cantar,
por los recuerdos que despiertan
las velas de la medianoche
que entran a hurtadillas
Iluminando los rincones oscuros
donde tus labios fueron míos,
en donde amé, como nunca antes a nadie.
Rincones de estos sueños, de estos mundos,
de esta vida, en la que contigo navego
sin rumbo, ni destino. Feliz y contento
mientras sea contigo.
rincones escondidos tras las cortinas de silencios
en que los corazones andan con los labios cosidos,
tristemente callados, tristemente ausentes
como este cielo que perfora mi alma
con el llanto desbordado del soñar de tus palabras.
Trae las velas, ilumínalos…
arráncales los hilos que coartan su cantar,
pero hazlo con tiento, no te vayan a morder
pues están rabiosos,
ansiosos de tu querer.






No me canso


No me canso de lanzar versos al viento,
de atravesar montañas, océanos,
por atrapar la miel de tus labios,
de escalar el zaguán de tu alma,
para regalarte el ardor de mis caricias.
No me canso, de decirte al oído,
que me entusiasma besarte,
por debajo del ombligo.
Anidando en cada rincón,
de tu cuerpo desnudo,
acariciado por ese sol,
que calienta mi corazón,
elevándome a las estrellas

para morderlas rabioso
por no tenerte a mi vera.
No me canso de abrigar,
tus senos entre mis manos,
acariciando suavemente
esos brotes por los que aflora la pasión.
No me canso de penetrar en tu alma,
despacio… sin prisa,
disfrutando de este lento caminar
por la senda de este calido abismo
que hace naufragar mi navío
tras esta muralla aletargada
en donde el tiempo parece detenerse,

y la vida en calma fluir.
No me canso de despertar
al amanecer abrazados
jugueteando con las hebras de tu pelo,
arrancándome despacio estas palabras,
que inundan mi alma,
susurrándote los versos
que me devuelven la vida.
No me canso caminar a tu lado
de pensarte cerca….
de sentirte dentro.
Por siempre… a tu lado.





jueves, 12 de diciembre de 2013

Si volviera a vivir

Si volviera a vivir,
elegiría otra vez tu alma,
pues solo junto a ella,
la mía danza.
Si volviera a besar,
también elegiría tus labios,
pues solo ellos aplacan
esta sed que me embarga.
Si volviera a despertar,
que sea entre tus brazos,
mecido en tu regazo,
al amparo de esos ojos
que me inundan de cariño,
y me colman de ilusiones.





domingo, 17 de noviembre de 2013

La sed de no tenerte

Caí en los brazos de Morfeo, y no es buen día para versos.
hoy los sentidos ladran a los corazones vacíos,
a la lejanía de los besos, a los silencios de las palabras sordas.
Hoy es ese día, en que los mares lloran estrellas
y  los corazones penas, en que el día es noche
y  lo que siento en una mierda.
Sí, hoy es ese día de dudas, en que mi seguridad es arena
que se esfuma entre los dedos, convirtiendo en desierto,
los prados de la esperanza.
Hoy podría ser ese día, en que la soledad es amiga,
en que mi corazón llora por las dudas que te anegan,
en que todo pierde el sentido, por no tenerte cerca,
en que la vida es efímera sin el calor de tus caricias,
en que todo es silencio, silencio en este mar de desalientos,
en esta oscura caverna, en esta prisión sin rejas,
en este corazón ansioso, deseoso de palabras, ilusiones y esperanzas.
Este es el miedo!!!.
mi miedo de empezar a sentir, mi miedo de sentirme vivo,
mi miedo de volar libre, a merced de los vientos
y de esos corazones callados.
El miedo de sentir por ti y  que no tenerte cerca,
el miedo de no saber o de saber demasiado.
El miedo de soñarte, de abrazarte, de quererte!!!.
Por suerte para mi, este miedo es efímero,
pues puede más esa luz del amanecer de tus ojos,
del mirar de tu sonrisa, del despertar de mi alma,
cada vez que me besas.
Puede más esa paz que reflejas,
cuando a mi vera paseas por la luna de los sueños,
compartiendo alma, corazón y vida.
Pueden más esos despertares, perdido en tu regazo,
esas risas, esas palabras, 
esos besos que desbordados salen de tus labios,
trayendo a mis pulmones aquello que necesitan,
que da calor a mi alma y da sentido a mi vida!!!




sábado, 16 de noviembre de 2013

Hablando con mi luna




Hablando con mi luna de la ausencia de mi amada,
vomitando versos para así evitar
las trampas del pensar de mi cabeza,
embutiendo los días 
en el baúl de la desesperación.

Fabricando sueños y luego haciéndolos explotar
en las laderas desiertas de tus besos,
muerto en vida por no tenerte a mi vera.

Así siento la ausencia de quien inventa mi sonrisa
desgranando la ilusión de despertar 
Y tenerte dormida al lado.

Pintando el día a colores
entretengo a la pena mía, 
dibujando el arco iris 
en esos ojos que al mirarme
no necesitan palabras,
en esa alma que al tenerla
lo demás son rastrojos
consumidos por el tiempo pasado.
 

Ahora solo quiero correr,
atravesar el río de piedras que nos separa,
acariciar su alma, 
tenerla por siempre eterna entre estos brazos 
que mueren de sed por su ausencia.




viernes, 15 de noviembre de 2013

Atrapado en la fogata

Atrapado en la fogata
del tronar aletargado de tus besos
que consumen el despertar de los deseos.
Aquí, a tu lado, cerca de tu alma,
anclado en tu deseo, ahogado por el recuerdo
de esos labios de seda,
de esa piel de canela,
de esos ojos que atrapan mis sentidos.
Aquí, lejos de ti, a pecho descubierto
desafiando la tempestad del alma,
de este mar en calma,
inundado de palabras arrastradas por los vientos,
del despertar de los sentidos
que las lleva en volandas
atravesando ríos y montañas
con la s
ola esperanza, el único anhelo,
de que puedas escucharlas,
de atrapar los charcos de las mejillas
devolviendo la cordura
al repicar de mi sentir
por tenerte cerca,
por besar tu alma incandescente
acariciada a fuego lento
por el querer y no poder
de tenerme entre mis brazos
por siempre, en mi alma.



jueves, 14 de noviembre de 2013

En los pliegues de tu alma.

Miradas de esparto, que enderezan arco iris,
acariciando las mejillas, con guijarros forrados de te quieros,
que herrando el sentir incandescente se arrastran entre sollozos
por el río de tu piel, que bordea tus caderas.
Aletargado…, mecido entre los pliegues de tu alma,
dejando entornado el zaguán, en donde habitan mis miradas,
que andan buscándote, en el reflejo de este atardecer,
sobre este lago de palabras sordas, 
cansadas de correr,
por las gargantas ausentes,
de los que nada dicen, de los que nada tienen.
Temblores que rompen las sogas de los ahorcados al alba,
tras el austero repicar, de la luna a la mañana,
trayendo a mis oídos, los ramilletes encarnados de tus besos,
de las briznas de tu pelo, mecidas al antojo
del incansable resoplar de un eco en la lejanía,
que enciende los candiles y los lleva en volandas,
gritando en su cantar,
que por una mirada tuya,
pondría a tus pies mi vida.



martes, 12 de noviembre de 2013

Contigo (Haiku)

Entre tus brazos,
escuchando el latir,
solo contigo.







Volviendo a juntar los días

Volviendo a juntar los días,
que de versos andan secos,
tras el arremolinar del tiempo,
que aligerando la leñera,
barrunta el devenir del desconsuelo,
tornando grises, los rescoldos de los sueños.
Oculto en el zarzal, silente en mi agujero
mientras el ocaso galopa ruborizando el día,
voy lamiendo mi dolor, voy rumiando mis heridas,
masticando los cristales quebrados de la despedida,
para tapizar el zaguán alicatado de mi pena.






Tientos

Tomado tientos de tu alma,
me sorprendió la voz ahogada de la luna,
apedreando mi garganta
con el dulce verso del sentir de tu mirada.
Abdicando de mí ser
el sabor amargo de esta soledad que me embarga.
Trayendo a mi memoria el fusilar de tus besos
por los que suspira mi alma.
Embaucando este sentir
arrastrado por el torrente del rugir de tus palabras
que golpean el pecho llegando a mis entrañas.
Arrancando de un manotazo
la coraza de las dudas que atenazan mi querer.
Inundando mi vida del placer de despertar
abrazado a la vida
en el regazo del latir de nuestros días.



A media noche


                                                     A media noche recorro los caminos,
mientras las olas bailan con la luna,
que serena se arrebuja en los mares de tus ojos.
A media noche, sólo a media noche,
tu alma será mía,
mientras corro a galope tendido
las veredas de los sueños,
por las que contigo paseo.
A media noche… tan sólo a media noche,
podré besar tus labios
entre la neblina azul celeste de mis días al verte.
A media noche…
mientras sueño con tu piel, con tus besos, con tu risa,
una parte de mi llora, por no tenerte aquí cerca.
A media noche, siempre a media noche,
te abrazo entre las sábanas desnudas
que guardan tu olor,
entre los pliegues de esta luna,
que a media noche se muere,
apuñalando los días, 
que faltan para tenerte.


El calor de tu mirada


                                                         Hoy he visto sonreír a la luna,
mientras yo danzando en su espalda
tejía versos en el abismo de los sueños
en los que anda mi alma
 añorando el resoplar de los días 
que tu no estas conmigo.
Yo lanzaba besos al horizonte,
con la vana esperanza de acariciar tu alma,
de enredarme en tus caderas,
antes de aletargar esos ojos
por los que los míos suspiran.
Beso a beso, nuestros cuerpos se acercan
entonando el dulce canto 
de este deseo perenne,
que consume el metal 
como si fueran rastrojos vivos,
haciendo sol el infierno
con el calor del rozar de tu mirada.