Me dijiste al oído
que la luna era tu alma,
que un día sin verte
era casi una vida,
que el sol sale
solo para verte
y el viento sopla
para poder rozarte.
Que la belleza pura
de la imperfecta realidad,
puede transformar en alegrías
las ruinas del invierno,
las que mutilan las desconfianzas
destrozando de un zarpazo,
el sentir, de los abrazos sinceros.
Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados
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