lunes, 3 de octubre de 2022

Y yo, que estaba perdido

Y yo, que estaba perdido
en esos manantiales secos de versos,
encontré una mirada,
que me regaló su cariño,
y desbordo el amanecer
entre los ríos regados de tinta,
que perennes, danzaban a contraluz
en el desván cercados de peñascos.
Esa amistad tan sincera,
que llegó como el otoño,
tapizando las aceras,
con esas letras tan bellas,
que mecidas por el viento,
las disfraza de canciones,
para llenarlas de vida.
Esa es la amistad
que siempre quiero en mis días,
la que confunde las estaciones
y que trae la luz y trae las risas,
la que pinta amaneceres,
atardeceres y sonrisas.
Esa con la que podría llorar,
y llenar mares de tinta.




Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados

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