Y me atreví a domar el viento,
descosiendo con ahínco
las telarañas púrpuras
de esa escalera semiparalela,
que tiznada de atardeceres,
recorre descarada
el camino tapizado de guijarros,
y me recuerda,
que los vientos son libres
y las promesas frágiles.
Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados
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