El sol se rinde descosiendo el atardecer,
que cansado de esperar a esa luna desbocada,
se pierde por el horizonte
buscando ese puerto silente,
donde los sueños reposan
y los abrazos se vuelven perennes,
que cosidos a su pecho
y a la contraluz de los besos,
se transforman en eternos.
Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados
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