Y así me desespero,
esperando las estrellas
que ya nunca me visitan,
ni en las noches que se rinden,
ni en los amaneceres fríos.
Entre el brillo de la oscuridad
solo sombras que se alargan,
que buscan los infiernos
donde el alma se desangra.
Solo el alma descarriada
me devuelve la mirada,
que pérdida y despistada,
busca el reflejo herrante
del destello que la llama.
Pero el cielo sigue mudo
y las estrellas ausentes.
Solo el eco de un suspiro...
en la noche que enloquece.
Texto y foto: poemasencerrados
Instagram: @poemasencerrados
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