miércoles, 18 de septiembre de 2024

Y aunque el mundo

En un bar escondido 
al final de la ciudad,
donde las sombras danzan, 
donde no hay que explicar,
esas historias rotas,
que se disfrazan del licor
donde se ahogan las palabras
que ya no tienen voz.

Es la desesperanza, 
que te viene a visitar,
mientras te mira a los ojos 
y te invita a olvidar,
pero en medio de ese caos, 
en medio de ese dolor,
hay un fuego oculto, 
que es el eco de tu voz.

Y aunque el mundo se caiga, 
y aunque duela seguir,
entre cenizas renaces, 
vuelves a sentir.

Y de esas tempestades 
nacen nuevos vendavales
y en cada huella torpe, 
la esperanza renace.

En el cielo oscuro 
de esta vieja habitación, 
los recuerdos de su canto 
se filtran como el sol, 
encendiendo el alma férrea 
que mil veces tropezó, 
y se levanta entre cenizas,
desafiando las heridas 
y retando al corazón.

El reloj de la pared 
ahoga el tiempo que ya fue, 
pero sientes en el pecho 
que no todo es soledad
Hay latidos descarados 
que no paran de insistir, 
perfilando los senderos 
que aún te quedan por vivir.

Las dudas se vuelven a presentar, 
te susurran al oído 
que hay más fuerza en el luchar.
Y entre esa incertidumbre, 
en medio de la confusión, 
una chispa de cordura 
retumba en tu interior.

Y aunque el mundo se caiga, 
y aunque duela seguir,
entre cenizas renaces, 
vuelves a sentir,

Y de esas tempestades 
nacen nuevos vendavales
y en cada huella torpe, 
la esperanza renace.


Texto y foto: poemasencerrados
Instagram: @poemasencerrados 

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