Oigo llegar las pisadas
de su mirada de gata,
con la sonrisa vertical
que nos alegra las mañanas
y que adorna la vida,
que de tan cuerda,
se vuelve loca.
Y se sincera, y se desgrana,
con esos despertares indecentes
donde el silencio retumba
con las caricias suaves
de los suspiros descarados,
que sazonados con su perfume,
florecen irreverentes
ante la llegada desbocada
del climax inminente.
Que nadie ose callar la voz de los que tenemos cosas que decir...Nadie!!!
Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados
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