Yo me enamoré de ti,
el día que el sol apagó el cielo,
y en la fragua se fundió,
con el reflejo de tus ojos.
Yo me enamoré de ti,
una mañana de invierno,
cuando la locura de tus labios
bordó las flores que reclaman primaveras
y desdeñan los otoños,
para traer los veranos,
y llenarlos de vida.
Yo me enamoré de ti,
y me abrazó tu sonrisa,
dibujando en un suspiro,
tal vez en un jadeo,
el calor incandescente de labios,
que susurran cuando callan
y se desbocan cuando besan.
Yo me enamoré de ti,
y el amanecer,
trajo la calma acompasada,
la que sosiega el espíritu
y encharca los recuerdos,
con la voz de juramentos eternos,
que se pierden a hocajadas,
abandonando en las hondanadas,
las ilusiones desahuciadas,
que se disipan buscandote.
Texto y foto: @poemasencerrados
Intagram:@poemasencerrados
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